Segundo Fidel Maldonado Tapia
Las tendencias en el mundo cambian conforme a las circunstancias
socio-económicas y políticas de las diferentes naciones y Estados, en los
cuales se involucra la parte turística como una forma de restablecer y mantener
las diferentes formas de compartir la unidad y los lazos familiares así como
para en determinados días del calendario de cada país, dar oportunidad al ocio
planificado o al descanso, con el movimiento fiduciario de la fecha.
En nuestro país desde hace varios años se han hecho públicos los
calendarios oficiales para las diferentes celebraciones, tomando en
consideración que tenemos una significativa e importante carga religiosa y
costumbrista que ha devenido en tradición, para conmemorar o celebrar
determinada fecha del ritual religioso, el civismo ciudadano y las actividades
cotidianas, que por estar en la zona geográfica ecuatorial, casi no las
percibimos pero que en otras latitudes sí se consideran como son los cambios de
estación, sin embargo de que en las cuestiones ancestrales, el grado de cultura
era avanzando ya que permitieron dedicar los días hoy conocidos como de los
solsticios y equinoccios a celebrar a la Pachamama y sus connotaciones para la
siembras, las cosechas, y las diferentes actividades culturales.
En el presente año 2014, varios son los días que se han dedicado
oficialmente para las celebraciones, con incidencia especialmente en las
actividades del sector público y que involucra las actividades particulares,
para propiciar días de descanso para unos y/o de trabajo para otros, es decir
los días de descanso de unas personas se constituyen en días de trabajo
provechoso temporal para otros como el sector turístico, gastronómico, del transporte
y la recreación, alojamientos y diversas actividades.
Estamos en vísperas de vivir uno de
los últimos feriados del año, con la celebraciones tradicionales de Todos los Santos, Día de Difuntos y de la
Independencia de Cuenca, es decir se juntan actividades costumbristas,
religiosas y cívicas. En el caso de
Loja, además de ello, el 1 de noviembre de cada año se realiza la peregrinación
de retorno de la imagen de la Virgen de El Cisne a su santuario de residencia
habitual en la parroquia El Cisne, convocando
a miles de miles de devotos, romeriantes, peregrinos, y con ellos
también la logística de la movilidad humana en alimentos, refrescos,
alojamientos, transporte y de recuerdos religiosos, en una primera jornada de
caminata Loja-Catamayo.
Todas estas actividades dan un marco especial a la vida de las ciudades y
pueblos, porque las costumbres gastronómicas, religiosas, cívicas, se reviven y se muestran ante propios y extraños con especial colorido y
singularidad, así el 1 de noviembre con las guaguas de pan y colada morada; el
2 de noviembre con la celebración del Día de difuntos, dedicado a recordar a
los seres queridos fallecidos, con movilizaciones masivas hacia los camposantos,
el adecentamiento de tumbas, bovedas, nichos¡ , la recreación de costumbres de
acuerdo a las diferentes localidades y finalmente el 3 de noviembre dedicado a
evocar la gesta emancipadora de Santa Ana de los Cuatro Ríos de Cuenca.