Segundo Fidel Maldonado Tapia
El calendario inexorable marca el tiempo que transcurre en la vida de las
personas y de las instituciones de una sociedad organizada, pujante, llena de
vigor y entusiasmada, por los mejores días, respetuosa de la naturaleza y sus
procesos, para una vida armónica y plena, de servicio para el buen vivir
individual y colectivo.
En este ámbito transcurre ya, el último trimestre del año, menos de noventa
días nos separan del año 2016 y es tiempo de vislumbrar lo que nos espera, qué
es lo que debemos cambiar o ratificar, cómo proceder y con quienes habremos de
hacer frente a los avatares y demandas de un nuevo año, al que se anuncia como
difícil, con muchas problemáticas socioeconómicas, afectaciones climáticas,
finanzas mundiales con resquebrajamiento, es decir un año difícil, como muchos
que se han presentado a lo largo de la historia y que sin embargo la
inteligencia humana ha sabido manejar sus comportamientos para obtener los
mejores resultados.
En lo cercano y local, este año ha marcado la academia universitaria pública, pues desde
junio se encuentra intervenida por el organismo nacional, rector de las
actividades, ante lo cual hay interrogantes sobre ¿si la Intervención es a la
Universidad o se ha intervenido a la administración institucional? Porque de lo que se sabe, son las acciones
humanas las que determinan la orientación y direccionalidad del rumbo de las entidades,
por tanto se debe a esas acciones que se han implementado, el éxito o el
fracaso de sus administraciones.
Es público que ya se cuenta con un Plan de Fortalecimiento Institucional,
debidamente aprobado por las instancias nacionales. ¿Lo conocemos los lojanos, se ha socializado,
como se acostumbra decir, en los estamentos docente, administrativo, estudiantil,
graduados? Ese conocimiento nos parece
básico para que todos apoyemos y exijamos su aplicación, en acatamiento de la
Intervención Integral para la restauración de la Alma Máter lojana.
Cuando han transcurrido más de cien días de la Intervención, la Comisión
Interventora y de Fortalecimiento Institucional –CIFI-UNL-, ya debe tener pleno
conocimiento de ¿cuántos docentes titulares: auxiliares, agregados,
principales; con sus dedicaciones horarias cuenta la Universidad? ¿Cuántos se han contratado para las demandas
de la oferta académica?; ¿cuántos cumplen con la exigencia de titulación Ph. D?,
¿cuántos tienen Maestría, debidamente reconocidas y vigentes?, es decir, como
dispone la LOES, titulaciones acordes o correspondientes con la obtenida en el
pregrado, que los habilite para la docencia.
¿Cuántos se necesitan en la UNL para una correcta marcha académica hacia
la excelencia?
En lo administrativo, la CIFI-UNL ya debe tener la información certera y
fidedigna de ¿cuántos servidores con nombramiento o contratación indefinida
prestan su contingente en la institución?
¿Cuántos culminan su relación laboral accidental en este año? ¿Se renovarán contrataciones o se optimizará
servicios con el personal de planta? ¿Cuántos son profesionales de cuarto nivel
con sus debidas titulaciones? ¿Cuántos
son de tercer nivel? ¿A qué se los ha
dedicado?, si están prestando servicios conforme a sus títulos, formación,
experiencia, capacitación, para que en lo Integral nuestra Universidad alcance
los propósitos de la medida cautelar y transitoria, resuelta por las
autoridades nacionales.
Sabemos que se respiran otros aires en el campus universitario, que ya no
existen acciones persecutorias dedicadas contra docentes, administrativos,
obreros y estudiantes; que se ha iniciado con la oxigenación del nivel
jerárquico superior, pero que no es suficiente, pues a decir de los
involucrados, los cambios se deben implementar con personas no vinculadas con
la administración anterior, puesto que en la Alma Máter, existen los talentos humanos
suficientes e idóneos para ese propósito.
Hace pocos días se conoció que se han planteado denuncias fundamentadas
ante la Fiscalía y Contraloría General del Estado, sobre casos puntuales. La investigación de posibles irregularidades
debe continuar hasta el esclarecimiento total, pues en la denuncia de presuntos irregulares hechos es que se
fundamentó la Intervención, con al aporte de Informes debidamente respaldados y
serios de Consejos de Estado y sus instancias, para que se libere de
responsabilidades o se sancione a quien corresponda.