Buenos días estimados amigos
de Radio Romántica 95.7 FM de la ciudad de Yantzaza en la provincia de Zamora
Chinchipe al sur oriente de la República del Ecuador, hoy opinaremos sobre
SEGURIDAD, PAZ Y TRABAJO,
PRIORIDADES PARA PROGRESAR
El término seguridad desde la
semántica posee su origen en la palabra latina securitas / securus, que a su
vez deriva de sine cura que significa sin cura, sin preocupaciones, sin
problemas, en tanto securitas significa libre de preocupaciones, amenazas o
problemas, es decir, sentirse a salvo de cualquier daño que pueda ser causado
por otros.
La seguridad en términos
generales, el mundo la concibe como un estado de ausencia de peligros y de
condiciones que puedan provocar daño físico, psicológico o material en los individuos
y en la sociedad en general. Es
la capacidad de dar respuesta efectiva a riesgos, amenazas o
vulnerabilidades y estar preparados para prevenirlos, contenerlos y
enfrentarlos. Deriva del término seguro, que la Real Academia Española define
como “Libre y exento de riesgo”. El
término, identifica a una situación de ausencia o disminución de riesgos para
un determinado entorno social y natural.
Los sistemas sociales han
evolucionado mucho así se habla de Seguridad Publica, Seguridad Comunitaria,
Seguridad Privada, Seguridad Social, Seguridad Ambiental, en fin una serie de
concepciones tales sean los segmentos de la sociedad a los que se dirige o de
los que se refiere.
El preámbulo de la
Constitución Política del Ecuador dice entre otras cosas que “Decidimos construir
… Una sociedad que respeta, en todas sus dimensiones, la dignidad de las
personas y las colectividades.” Así mismo uno de sus deberes primordiales es “Garantizar
a sus habitantes el derecho a una cultura de paz, a la seguridad integral y a
vivir en una sociedad democrática y libre de corrupción.”
De un tiempo a esta parte,
refriéndonos a las últimas décadas, la paz y seguridad ciudadanas se han visto
violentadas por una exacerbación delincuencial, a diario se informa de acciones
y delitos en contra de las personas, sus
familias, bienes y desempeño, que han cambiado hábitos y costumbres en la
vivencia comunitaria y personal. La
demanda social en general es la necesidad de paz, la seguridad de transitar,
movilizarse, trabajar, recrearse, estudiar, en fin de realizar todas las
actividades cotidianas con la tranquilidad de que nuestros derechos sean
respetados para cumplir a cabalidad con las obligaciones correspondientes.
Las estadísticas nacionales
son alarmantes, la frialdad de los números asombra, pues tal parece que
enunciar cifras y porcentajes que cada vez se elevan, respecto de muertes
violentas, sicariatos, delitos, infracciones, ya son tan de lo cotidiano que
una mancha más no afecta al tigre, como dice el pueblo.

Las causas y orígenes son
muchas, neófitos y especialistas, hablan de que el incremento delincuencial se
debe al incremento de la pobreza y la cantidad de pobres, a la apertura incontrolada
de las fronteras para el ingreso de individuos de toda índole, la amplitud de
la legislación garantista pro reo, la tibieza de las penas por delitos e
infracciones, la corrupción en determinados segmentos de los operadores de
justicia y de algunos elementos a los que se ha confiado el control de la
seguridad pública, en fin se comenta de vínculos con el narcotráfico nacional e
internacional, la delincuencia organizada que alcanza a integrantes de
diferentes sectores y niveles sociales con sede en algunos centros
penitenciarios, extorsiones, secuestros, trámites arduos y hasta posibles
afectaciones a víctimas denunciantes, la
trama se comenta dantesca y muy peligrosa.
En nuestra provincia de Zamora
Chinchipe, ya se conoce de la elevación de la cantidad de delitos contra la
propiedad y la vida de las personas, varios casos de secuestro y extorsión que
han salido a la luz pública, contrabando, armas, municiones y explosivos
decomisados, una variedad de actividades negativas que perturban el diario y
pacífico convivir de la población.
A las vicisitudes de la época
se suma el interinazgo democrático, con cinco o seis meses restantes de trabajo
del actual gobierno, las elecciones para una nueva administración nacional de
16 meses, con la presencia multicolor de binomios candidatos para la
presidencia de la república, listas de candidatos para la nueva asamblea, con
personas sin ninguna trayectoria conocida, formados o no para legislar y
fiscalizar, con muchas o demasiadas ofertas y promesas difíciles de cumplir en
tan corto lapso, los ecuatorianos debemos investirnos de pensamiento y análisis
reflexivo para expresar nuestra decisión electoral en las urnas, caso contrario
las fuerzas aliadas a renombrados casos de corrupción, con intereses de su
grupito, volverán al hemiciclo legislativo a obstruir e impedir la reconstrucción
sobre las ruinas de la patria, de la que se creen sus propietarios.

El objetivo nacional de todos los
ecuatorianos es acabar con la corrupción, sanción para todos los delincuentes,
reformar o emitir una nueva Constitución, reformas integrales a la legislación,
eliminar consejos y cuerpos colegiados que supuestamente nos representan, en
fin titánica tarea para legisladores con conocimientos y carácter, no sumisos
individuos que obedezcan a oscuros intereses.
Para nuestro modesto criterio,
las últimas decisiones tomadas para fortalecer las estructuras nacionales
dedicadas a preservar la paz y seguridad ciudadanas, al parecer tienen buen
augurio y van por buen camino, la locución latina si vis pacem, parabellum,
atribuida al romano Flavio Vegecio Renato, que significa “Si quieres paz, prepárate
para la guerra”, nos viene a la memoria, pues el tener una estructura de
control fuerte y convincente, acompañada de la legislación y operación de
justicia oportunas, con acciones que propicien más fuentes de trabajo, mayor
acceso de los pobladores a la educación, prevención antes que curación en la
salud, con la participación soberana de pueblos y comunidades, propiciaran
bienestar y progreso con el triunfo del orden, paz y seguridad sobre la
delincuencia y el caos de quienes actúan al margen de la Ley.
Muchas gracias