Buenos días, amigos oyentes de
Radio Romántica 95.7 FM de la ciudad de Yantzaza en la provincia de Zamora Chinchipe,
esta vez para opinar sobre:
OTRO ABEL INMOLADO EN ECUADOR
Nuevamente la conciencia de
los ciudadanos de nuestro país es sacudida por algo sobrecogedor, sin nombre, la
muerte, hecho que es tan natural como humano que desde que nacemos nos ronda,
pero en el caso que nos ocupa es precipitada y ocasionada por la mano de otro u
otros hombres, producir la desaparición física de otra persona para obtener
beneficios para alguien o algo; y, causar perjuicios a una o varias personas,
¿puede tener justificativo?
En el decurso del ambiente
electoral 2023 no es el único caso, ya son varios los hechos de sangre, a lo
que se añade el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, un
reconocido luchador que desde el periodismo investigativo, desnudó la
corrupción de los transitorios inquilinos del Palacio de Carondelet y de otras
instancias de los gobiernos, particularmente del ejercicio 2007 – 2017.
Cuando estamos a pocos días de
que la ciudadanía se pronuncie en las urnas por quien debe conducir, desde la
Presidencia de la República, los destinos del Ecuador, la sangre de las víctimas,
con su fulgor escarlata clama por justicia, la aspiraciones y anhelos de miles
de ecuatorianos fracturadas por la violencia, condena sin objeciones ni
titubeos la maldad atroz del asesinato, ante la mirada atónita de muchos de sus amigos y coidearios, pasmados por la audacia
y sangre fría, presas del terror producido por el ruido de las detonaciones de
armas de fuego.
Aparte, muy aparte, de la aceptación
o rechazo a las ideas propuestas por Fernando Villavicencio, nadie merece ser
asesinado de ninguna forma, debemos si destacar su actitud ejemplar, su altivez
y valentía para documentadamente denunciar las incorrecciones perpetradas en
contra de todos los ecuatorianos, la defensa de nuestros recursos naturales
como el petróleo, los yacimientos mineralógicos, la condena frontal al
enriquecimiento ilícito, la reprobación por la desmesura en aprovechar para
beneficio particular las participaciones por contratos y negociados de la cosa
pública, en fin muchos de estos hechos podrían ser el origen para ser
asesinado.
Da pena de los encargados del
Poder soberano del pueblo, saber de qué aparte de privilegios y beneficios
inmerecidos, endilgaron acciones persecutorias e infamantes en contra de quien
los denunciaba, desnudando su pútrida alma ante la vindicta pública, por no tener
explicación ni justificativo para obtener gananciales.
Este día millones de
ecuatorianos preguntamos: ¿A quién o quiénes denunció y combatió Fernando
Villavicencio? ¿A quiénes beneficia
social y políticamente, su desaparición física?
Como ecuatorianos exhortamos a
la autoridad nacional en las diferentes funciones, para que se investigue, juzgue
y sancione con transparencia a los autores materiales e intelectuales de esta
desgracia innecesaria.
El llamado cordial a todos los
ecuatorianos para que tengamos más unidad y no caigamos en el pánico ante el terror
y violencia organizados por quienes quieran hundir a nuestra patria. Que el análisis y conclusiones personales de
condena por la sangre derramada, se haga realidad en las urnas, sepamos elegir nuestro
futuro sin aceptar imposiciones manteniendo en lo más alto, nuestra dignidad y
valores.
Honremos la memoria de los héroes
del 10 de agosto de 1809, por los mártires del 2 de agosto de 1810, con la
justicia popular emanada de nuestros sufragios salvémos al Ecuador.
Muchas gracias
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