Segundo Fidel Maldonado Tapia
La Universidad Estatal del Sur de Manabí, en su proceso de reivindicación
histórica con el apoyo de la Intervención dispuesta por el Consejo de Educación
Superior, tiene la delicada y elevada responsabilidad de corresponder a los
anhelos de la sociedad del sur de la provincia de Manabí, esto es por medio de
sus autoridades, docentes, investigadores, técnicos, empleados, trabajadores y
estudiantes, tomar las riendas del cambio, porque sólo la UNESUM salva a la
UNESUM.
La Comisión Interventora y de Fortalecimiento Institucional del CES, no
dispone de la varita mágica para que la UNESUM con un ademán rectifique, mejore
y mantenga en alto los niveles de legalidad y excelencia que la sociedad le
exige, esas son tareas de los propios estamentos, como una respuesta tangible,
verificable, para ser evaluada y acreditada como corresponde.
“La varita mágica es un objeto empleado en el ilusionismo. Es liso y de una longitud aproximada a los 30 centímetros, supuestamente tiene poderes para transformar,
aparecer y desaparecer cosas. Es utilizada por los ilusionistas en algunos
trucos de magia por las características que tiene. En literatura de fantasía y cuentos infantiles, así como en cultura
popular de algunos países,
la varita mágica se presenta como un objeto versátil e ilimitado que es
empleado por algún ser o personaje”.[1]
La Intervención es una medida cautelar, transitoria, por la cual se
inspecciona, acompaña y supervisa que todos los procesos derivados del
cumplimiento de sus funciones esenciales tengan los requisitos mínimos,
jurídicos, éticos y académicos que debe tener un establecimiento de educación
superior, puesto que transcurrido el lapso establecido en la Ley para la
Intervención, se la evaluará y acreditará para que sean sus propias
autoridades, docentes, empleados, trabajadores, estudiantes quienes prosigan
con la obligación de formar profesionales altamente calificados, investigar los
problemas del entorno y formular alternativas de solución, así como de la mano
de las instituciones del entorno realizar los vínculos sociales para revertir y
empoderar a la población de los resultados de sus procesos académicos.
Para asumir todo esto es necesario un cambio radical en las concepciones
culturales y de idiosincrasia de su población, dejar atrás el conformismo y que
me importismo, ya quedaron atrás las cadenas del coloniaje, de la dependencia
pedigüeña y mendicante, de que sean los poderes centrales, las autoridades y
caudillos en turno y las excepciones de benefactores para prosperar, es tiempo
de poblar de inteligencias todas las aulas, gabinetes, talleres y entorno, para
con iniciativas propias, poniéndose a trabajar responsablemente cada persona
vinculada o no a la Universidad, se propongan las ideas, hechos y gestiones
para autoconducirse, esos talentos que los tiene, y en muy buena cantidad y
calidad, el sur de Manabí, la pujanza de quienes han superado los obstáculos en
todas las pruebas que la vida y la naturaleza les han puesto por delante.
No se auto engañe la sociedad, si piensa que corresponde a los
Interventores realizar la gran tarea de reencausar por los senderos de la
honestidad: sea administrativa, financiera, académica, a la UNESUM; ningún
propietario de su casa puede ni debe esperar a que sea el vecino quien le
arregle sus problemas, es tarea propia, específica de quienes están inmersos en
la problemática de su institucionalidad.
Está entonces en manos de los propios estamentos universitarios, de su
entorno y en general de los propios jipijapenses, asumir con la Comisión
Interventora y de Fortalecimiento Institucional, las acciones, hechos y
gestiones para alcanzar la presencia, tradición y futuro de su Universidad
Estatal del Sur de Manabí.
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