PANDEMIA Y DERECHOS CIUDADANOS

Editorial para Radio Orquídea 98.5 FM de El Pangui en Zamora Chinchipe. 26 de abril de 2021

 

 La humanidad atraviesa por momentos difíciles que amenaza con diezmarla, cuando está vigente la pandemia de la COVID 19, resultado de la infección viral por el Corona Virus, peligroso ente que ha llegado a mutar, tornándose más agresivo y mortal, en las denominadas cepas brasileña, inglesa, africana, en fin, un mal que a inicios de 2020 creímos que pasaría pronto.

Sin embargo la pandemia no cesa, debido fundamentalmente a la falta de responsabilidad, conciencia, descuido de los propios humanos, que lejos de acatar las instrucciones de las autoridades sanitarias, de los gobiernos y otras entidades, violan las disposiciones y son los vectores, con síntomas y asintomáticos, que por un lado esparcen en el ambiente el virus y por otra contagian a sus propios familiares, constituyéndose en elementos perniciosos que atentan contra su propia sangre.

Los llamados en todos los tonos posibles de parte de autoridades, científicos, médicos, sacerdotes y demás instancias de prevención, atención, curación, de casas asistenciales, resultan inútiles, pues la persistencia de una minúscula parte de la población en contravenir las disposiciones, resulta una lucha desigual, por esa mínima parte desaprensiva y inconsciente, irresponsable, descuidada y desobediente, los resultados no dan tregua, se incrementan los contagios, se elevan la cantidad de muertes y por ende la desgracia ronda por doquier.

Es el momento de realmente tomar conciencia, esa capacidad propia de los seres humanos de reconocerse a sí mismos, de tener conocimiento y percepción de su propia existencia y de su entorno. En este sentido, la conciencia como actividad mental implica un dominio por parte del propio individuo sobre sus sentidos.  Con esto asumiremos responsablemente nuestros deberes ciudadanos, que una vez cumplidos, nos da la opción de exigir derechos, caso contrario no existe ni siquiera ley moral que nos indique o permita tales exigencias.

La capacidad hospitalaria pública y privada para atender enfermos por COVID 19, ha colapsado en Ecuador, el personal de salud clama por comprensión, son cientos de profesionales especializados que han sucumbido contagiados por el mal, una pérdida real e irrecuperable, se podría afirmar que no existe familia que no haya tenido contratiempos, alarmas y hasta muertes por la enfermedad.

Es el momento de ejercer ciudadanía responsable, de ser consecuentes con nosotros mismos, con nuestras familias y con la sociedad.  Corresponde al estado por medio del gobierno ejecutar acciones contundentes que detengan la propagación del virus, ejerciendo soberanamente las disposiciones legales que castiguen a los irresponsables ejemplarizadora mente, con todo el rigor de la Ley y mantenga a raya, como presuntos criminales a los infractores y violadores de la Ley.

Ejerzamos  Acción Pública para que cada ciudadano nos constituyamos en elementos coadyuvantes al control y cumplimiento de las disposiciones, denunciemos a los irresponsables, el silencio frente a quienes no acatan las instrucciones y ordenes, equivale a complicidad y coautoría, por nuestra salud, la de las familias  y de la comunidad, basta de contagios por COVID 19.