Segundo Fidel Maldonado Tapia
Las circunstancias que debemos afrontar en el día a día los ecuatorianos,
tienen sus matices conforme a las actividades que se desarrolle, de acuerdo con
las dedicaciones que individualmente en búsqueda del sustento diario
corresponden a las personas.
En esto de las salvaguardias dispuestas, según los voceros gubernamentales,
para la protección de la economía, la dolarización y demás temas de la
administración nacional, el común de los ciudadanos observan con preocupación
cómo van subiendo los precios de los productos, importados o no, en menoscabo
de su poder adquisitivo, incidiendo negativamente en la realidad presupuestaria
de cada hogar.
Según parece, los años de las vacas gordas han terminado, se ha iniciado
con la caída de los precios del petróleo en el mundo, los años de las vacas
flacas, y todos por el efecto de la disminución del ingreso de divisas, tenemos
que ajustar nuestros presupuestos, posponer adquisiciones para mantener y en algo mejorar las actividades con los
insumos y artefactos que obligadamente, conforme a la vida moderna facilitan los quehaceres de los oficios y demandan amas
de casa y personas comunes.
En los mercados con esto de que son 2.800 los artículos afectados, en los
que se incluyen alimentos y bebidas que nos llegan del exterior, están
elevándose los precios, coincidiendo con las habilidades de cierto sector de la
economía que aprovecha hasta de las tradiciones gastronómicas por la semana
mayor en el mundo católico, para subir con o sin consentimiento ni
discriminación, los precios de todos los artículos.
Las autoridades de control, tienen que propiciar todas las estrategias y
ejecutorias para combatir a quienes desaprensivamente, nos ponen los precios
más altos en las adquisiciones domésticas y para el trabajo diario.
Sabido es, y así se lo ha evidenciado en los informativos nacionales, que la
mayoría de almacenes y lugares de comercio, se están actualizando precios,
conforme a las elevaciones porcentuales de las salvaguardias, sin importar que
tienen en bodega productos adquiridos
con anterioridad a la vigencia de esas disposiciones, el último fin de
semana, así lo percibe la mayoría de personas, lo han dedicado a estos
menesteres de cambios de precios en las mercaderías.
Siempre existirán estas personas que sin ningún miramiento a la realidad,
con el afán de no ver disminuidos sus niveles de ganancias, lo trasladan
automáticamente para que lo paguemos los consumidores, se especula con todo,
afectado o no por los nuevos aranceles, y quien los debe afrontar son las bases
de la economía nacional.
Queda en manos de las autoridades controlar, regular y conseguir, que los
precios no suban exageradamente, tomando en cuenta que la sociedad demanda
honestidad en todas las acciones, especialmente de comercio para con solidaridad
asumir los emplazamientos de la economía global.
No hay comentarios:
Publicar un comentario