Segundo Fidel Maldonado Tapia
segundofidelmaldonado@gmail.com
“La Asamblea General, [...] 1. Recomienda que, a partir de 1956, se
instituya en todos los países un Día Universal del Niño que se consagrará a la
fraternidad y a la comprensión enter los niños del mundo entero y se destinará
a actividades propias para promover los ideales y objetivos de la Carta, así
como el bienestar de los niños del mundo, y también a intensificar y extender
los esfuerzos de las Naciones Unidas a favor y en nombre de todos los niños del
mundo; [...]. Resolución 836 (IX) de la Asamblea General de las Naciones Unidas.”[1]
Las guerras y otras desgracias humanas han originado instituciones y
celebraciones, para no olvidar los horrores de estas acciones humanas, en las
que además de las bajas lamentables entre los contendientes, se originan daños
colaterales contra quienes no participan del conflicto, entre otros los
ancianos, las mujeres y los niños.
La humanidad frente a estos insucesos, se ha preocupado de tratar de
remedirá los daños, así la historia recoge la iniciativa de Eglantyne Jebb, fundadora de la organización “Save the
Children”, la cual con ayuda
del Comité Internacional de la Cruz Roja
impulsó la adopción de la primera Declaración de los Derechos de los Niños.
Esta declaración fue sometida para su aprobación ante la Liga de las Naciones,
la cual la adoptaría y ratificaría en la Declaración
de Ginebra sobre los Derechos de los Niños, el 26 de septiembre de
1924. Al año siguiente, durante la Conferencia Mundial sobre el Bienestar de
los Niños, llevada a cabo también en Ginebra, se declaró, por primera vez, el
Día Internacional del Niño, señalando para tal efecto el 1 de junio.
“En Ecuador
el 1 de junio de cada año, las instituciones educativas (escuelas y colegios),
las organizaciones estatales, las organizaciones no gubernamentales y las
organizaciones populares que trabajan en pro de la niñez y adolescencia,
organizan actos en sus respectivos establecimientos, en los que luego de
recordar y reflexionar acerca de los derechos de los niños, se los celebra con
música, juegos, presentaciones artísticas y compartiendo dulces, entre otras
iniciativas.”[2]
A ello
podemos agregar que varias son las instituciones que en diferentes años y
circunstancias rigen la protección de la niñez, así se tuvo: el Ministerio de
Bienestar Social y Trabajo, el Instituto del Niño y la Familia, como entidades
que durante muchos años lo hicieron.
Actualmente están las preceptos constitucionales que reconocen la
nacionalidad de los nacidos en su territorio, la aplicación del principio de
interés superior respecto de su desarrollo integral, prevaleciendo sobre los de
las demás personas.
El Art. 45, de la Constitución ecuatoriana, manda que “Las niñas, niños y
adolescentes gozarán de los derechos comunes del ser humano, además de los
específicos de su edad. El Estado reconocerá y garantizará la vida, incluido el
cuidado y protección desde la concepción.-
Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la integridad física y
psíquica; a su identidad, nombre y ciudadanía; a la salud integral y nutrición;
a la educación y cultura, al deporte y recreación; a la seguridad social; a
tener una familia y disfrutar de la convivencia familiar y comunitaria; a la
participación social; al respeto de su libertad y dignidad; a ser consultados
en los asuntos que les afecten; a educarse de manera prioritaria en su idioma y
en los contextos culturales propios de sus pueblos y nacionalidades; y a
recibir información acerca de sus progenitores o familiares ausentes, salvo que
fuera perjudicial para su bienestar.- El
Estado garantizará su libertad de expresión y asociación, el funcionamiento
libre de los consejos estudiantiles y demás formas asociativas.”
Es pues tarea prioritaria la protección y garantías de los derechos de los
niños, lo cual de distintas formas se recuerda y mantiene, para que este sector
social, goce efectivamente de la protección estatal.
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