Segundo
Fidel Maldonado Tapia
En el mes de septiembre de cada
año, desde hace muchísimos años, en el mundo andino se realizan celebraciones
relacionadas con la naturaleza,
especialmente con la preparación de la tierra para la siembra, lo cual ha sido
estudiado y analizado por muchos antropólogos y hombres de ciencia andina,
quienes nos hacen conocer que cuando
llegaron los conquistadores españoles al continente del Abya Yala se encontraron con muchas
culturas altamente desarrolladas. Las cuales para su administración regían por
principios, normas y códigos muy bien estructurados que permitían una
vida equitativa y de armonía entre todos los hombres y de estos con la
naturaleza.
La extraordinaria precisión desarrollada por nuestras
culturas ancestrales para medir el tiempo y con ella sujetarse a un calendario
agrícola que les permitía saber con exactitud cuándo preparar la tierra, cuando
sembrarla, desyerbarla, cosechar sus granos y frutos tiernos o maduros, cuando
hacerla descansar y cuando festejarla, hizo del ingenio de sus habitantes, uno
de los más depurados y comprometidos con la naturaleza y una racional
explotación de la tierra, la Pachamama.
Así se conocen las cuatro
grandes fiestas del pueblo andino amazónico que tienen una vinculación directa
con el calendario agro-festivo. Se celebran exactamente cuando el sol por
efectos del movimiento de inclinación de la tierra en su recorrido o traslación
por al órbita elíptica se producen los solsticios y equinoccios.
Estas formas de organización y los diferentes
conocimientos sobre medicina, astrología, arquitectura e ingeniería fueron
registrados mediante los sistemas de Quipus
que fueron sistemas de escritura ideográfica; sin embargo, los españoles, por
no encontrar una escritura semejante al alfabeto español y latino,
desconocieron estos sistemas y se aventuraron a afirmar que los incas no
tuvieron escritura. En los Quipus se registraba todas las normas, leyes,
historia, ciencias, ritos, ceremonias, ciclos agrícolas, astrología, las formas
de organización y administración locales como nacionales.
Todos estos conocimientos han sido descritos por varios
cronistas y curas evangelizadores y en la actualidad todavía podemos
encontrarlos transmitidos mediante la memoria colectiva y las prácticas
vivenciales de cada uno de los pueblos y culturas.
En la
cosmovisión del hombre andino toda la naturaleza es sagrada y dotada de vida.
Las comunidades realizan una
ceremonia ritual andina donde frutos, granos, herramientas, instrumentos
musicales ancestrales, plantas, y los cuatro elementos: Tierra, agua, fuego y
aire, conforman el círculo sagrado de la fertilidad.
La época del Killa Raymi,
consiste en la preparación del terreno para la siembra de cada año. Se trata
del gran agradecimiento a la madre luna por las maravillas que brinda a través
de la Pacha Mama. Época de la fertilidad, de la mujer, cuya relación es íntima
con los seres femeninos de la naturaleza. Por lo tanto, no se puede separar la
fertilidad de la tierra con la de una mujer. Fecha que coincide con la siembra
del maíz y otros productos andinos.
El Koya, Kolla o Killa
Raymi, Fiesta de la Jora. Tarpuy Raymi
(fiesta de la siembra), es el fin de la preparación de suelos e inicio de los
cultivos. En esta fiesta se realiza el ritual de la luna y la tierra como
elementos de la fecundidad. Se celebra el 21 de septiembre en homenaje al
género femenino, básicamente a Pachamama o Madre tierra quien
se prepara para recibir la semilla del maíz, que dara la vida a este producto
que es el alimento básico del pueblo andino. Es la fiesta de la belleza
femenina, de sus valores y su reconocimiento al soporte espiritual y físico a
la cultura indígena.
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