Segundo Fidel Maldonado Tapia
Ha caído el telón del octavo mes del año y las vacaciones en el régimen
educativo de sierra y oriente y con él el inicio de un nuevo periodo, con las expectativas propias
de un renovado ciclo para la preparación de las nuevas generaciones, así como
la proyección personal y familiar hacia los retos de una sociedad en constante
cambio hacia el progreso y los avances tecnológicos que posibiliten esas
aspiraciones.
La Universidad Nacional de Loja, en proceso de Intervención por parte del
Consejo de Educación Superior desde el 22 de junio de 2015, continúa también
con su presencia histórica al servicio de la juventud, que cada día demanda
atenciones y servicios acordes con la realidad nacional y el desarrollo social.
También en nuestro primer centro de estudios superiores, las aspiraciones
por el cambio, son una exigencia, puesto que la medida cautelar adoptada por el
Consejo de Estado, constituye una respuesta a la administración institucional, para
regularizar los procesos, efectuar las rectificaciones que sean menester y
reencausarla por los senderos establecidos en la Constitución y la Ley.
Las medidas y disposiciones de la Comisión Interventora y de
Fortalecimiento Institucional CIFI-UNL, adoptadas hasta la fecha, en medio de
los berrinches de los afectados, ha merecido la aceptación social, porque conscientes estamos de que la
aplicación de los cánones legales,
dolerán a pocos pero beneficiarán a muchos, al menos esa es la esperanza.
La juventud universitaria aspira que en todos los aspectos la Intervención
constituya un avance, un medio para alcanzar lo que se llama excelencia
académica, que conlleva la diversidad y ampliación de la oferta de la formación
profesional con la exigencia de la aplicación de los elementos que permitan la
más alta calificación de sus contenidos; que sus docentes sean elementos con
nombramiento de titulares y el sustento formativo y de diplomas que la Ley
manda, ya que por cierto en los últimos tiempos muchos de sus mejores
referentes ante la grave situación presentada antes de la Intervención, optaron
por acelerar su acogimiento a la jubilación, lo que serviría para justificar la
elevada cantidad de profesores contratados.
La realidad exige que se revisen las mallas curriculares, que por cierto
se dice que existe más de una en ciertas
Carreras, que se profundice y priorice la enseñanza de la investigación para el
desarrollo, con ello las temáticas para investigar surgirán como elementos
coadyuvantes para titulaciones y con positivo impacto en las problemáticas del
entorno.
Los jóvenes, en fin, demandan eficiencia y calidez en los servicios, puesto
que se ha evidenciado que en la administración se ha relegado reconocidos
profesionales, de carrera, por otras personas que bajo la modalidad de los
contratos, los han remplazado sin responder a las exigencias de sus
puestos. Los elementos productivos con
demostrada capacidad han sido relegados
lo cual debe ser debidamente analizado, revisado y rectificado por la CIFI-UNL,
no puede ser que existiendo personal de planta se los haya desplazado por
contratados que solamente han incrementado el gasto en el presupuesto
institucional.
La tarea es mucha, el breve enfoque de una cuartilla no es suficiente para
el análisis, el reordenamiento institucional universitario nacional, una
prioridad que el Estado y el gobierno han asumido para garantizar a la sociedad
contar con profesionales debidamente preparados y con la actitud fundamental de
dar el salto hacia la calidad. Así lo
esperamos.
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